TRABAJO Y SALUD

CONCEPTOS BÁSICOS


Un Poco de Historia

A lo largo de la Historia, el ser humano ha debido realizar una gran variedad de actividades para poder alimentarse, sobrevivir, relacionarse con sus semejantes o para satisfacer otras necesidades u objetivos. Dichas actividades eran llevadas a cabo en un mundo hostil en donde en la mayoría de las veces estaban presentes una gran cantidad de riesgos para su seguridad y que en gran número de ocasiones acababan materializándose, provocando daños para la salud.

Estas actividades fueron evolucionando con el tiempo, las sociedades se fueron haciendo cada vez más complejas, los objetivos y los métodos de trabajo fueron cambiando con los siglos, pero el escenario donde se desarrollaban seguía estando lleno de peligros para el ser humano.

La Revolución Industrial que se desarrolló principalmente a lo largo del siglo XIX, cambió de forma definitiva e irreversible la relación del hombre con el trabajo y con el medio donde lo realizaba. Este gran cambio que redefinió para siempre la relación hombre-trabajo, se basó en dos pilares fundamentales: la mecanización y la especialización de la actividad laboral.

La Revolución Industrial con una necesidad permanente de mano de obra provocó el éxodo masivo de población rural a las ciudades que era donde se asentaban los grandes centros fabriles. Por otra parte la tecnología de la época se basaba en la máquina de vapor, así pues el carbón se convirtió en el combustible que alimentaba a esa a gran demanda de energía que la Humanidad comenzó a requerir. En consecuencia la industria extractiva y metalúrgica aumentaron de forma exponencial a lo largo de todo el siglo, desarrollándosela grandes cuencas mineras y las grandes empresas metalúrgicas y siderometalúrgicas.

Todo este gran cambio tuvo un coste social trágico, sobre todo para las clases que componían esa gran masa de trabajadores de las minas, altos hornos y fábricas. Las condiciones de hacinamiento e insalubridad, el trabajo infantil, las interminables jornadas laborales de hasta 16 horas y unas condiciones materiales de trabajo extremadamente malas hicieron que la siniestralidad laboral fuese altísima. Baste decir que la expectativa de vida de un europeo que trabajase en minería a finales del siglo XIX se situaba en torno a los 30 años. La mortalidad infantil por otra parte era terrible, puesto que la mayoría de los niños eran obligados a trabajar apenas podían empezar a valerse por sí mismos.

La situación era tal que por diversos motivos y caminos se comenzaron a regular legislativamente las relaciones laborales. Así pues encontramos que la primera regulación contemporánea que encontramos en este campo se fecha en Inglaterra en 1833, (donde entre otras cosas se prohibía trabajar a los niños de menos de 9 años en actividades consideradas peligrosas en la época) Otro de los hitos fue la aprobación en 1880 por parte del parlamento inglés de Acta de Responsabilidad de los Patronos, que permitía cobrar indemnizaciones a los herederos de un trabajador fallecido en accidente laboral causado por negligencia empresarial.

Pero todas estas medidas ayudaban a paliar el daño pero no reducían el riesgo de padecerlo. Es desde finales del siglo XIX cuando realmente se puede fechar la preocupación real de los países por tomar medidas reguladoras encaminadas a la reducción y el control de los accidentes laborales originados por esa nueva organización del trabajo. Además y sobre todo en el mundo anglosajón (EE.UU. y Reino Unido)las grandes empresas se unieron a esta nueva corriente creando los primeros servicios médicos encaminados a la atención de aquellos trabajadores que hubieran sufrido accidentes laborales.

Por otra parte el movimiento sindical y obrero que fue consolidándose desde mediados del siglo, teniendo como principal objetivo la mejora sustancial de las condiciones laborales y de vida de las clases trabajadoras, presionaba en ese aspecto tanto a gobernantes como a empresas.

Esta consideración acerca de la salud de los trabajadores en el trabajo como un bien que es preciso proteger y mantener se fue extendiendo por todo el mundo occidental. En España podemos fechar la preocupación por esta nueva situación en 1883 cuando se constituyó la Comisión de Reformas Sociales o Comisión Moret, creada para determinar de forma real la situación económica y social de los trabajadores y que culminó con la creación en 1903 del Instituto de Reformas Sociales.

Paralelamente fue desarrollándose el cuerpo legislativo que sostenía estas reformas. Así pues la Ley Dato de Enero de 1900 o Ley de Accidentes de Trabajo, introducía entre otros, dos conceptos fundamentales en los que se basa la posterior legislación en materia de seguridad e higiene en el trabajo: el primero es que es el Estado, el agente que se debe encargar de proteger la salud de los trabajadores y el segundo, desde el punto de vista del derecho privado, establecía la obligación del empresario de reparar la salud perdida por el trabajador, a consecuencia del trabajo realizado por cuenta ajena. Dicha ley introducía también la existencia de un Seguro profesional para tales contingencias además del concepto de riesgo profesional en la legislación española.

La puesta en práctica de estas y otras medidas permitió concluir una cosa: que eran insuficientes para la protección de la salud de los trabajadores. Como consecuencia de la incorporación a lo largo del siglo XX de nuevas fuentes de energía, un aumento aún mayor de la mecanización, el desarrollo de la industria química y de nuevos procesos y sustancias, los riesgos laborales originados eran cada vez más complejos y difíciles de evaluar y controlar.

Hasta este momento la perspectiva de estudio de los riesgos derivados del trabajo se basaba en un estudio separado de las causas humanas y técnicas. Hubo pues que plantearse el estudio de los problemas relacionados con la prevención de los riesgos derivados del trabajo desde un punto de vista más amplio e interrelacionado. Además, con el tiempo, a los riesgos derivados de las condiciones materiales y de los contaminantes higiénicos fueron apareciendo riesgos desconocidos hasta la fecha. El trabajo a turnos, la organización del mismo, el ritmo y la carga del trabajo, no sólo influían y potenciaban los riesgos laborales convencionales sino que también afectaban al equilibrio psicológico y físico del trabajador.

En un escenario donde el mundo empresarial se ve obligado a evolucionar y cambiar rápidamente para mantener la competitividad; los procesos del trabajo y por consiguiente las condiciones de trabajo cambian también rápidamente, dando lugar a nuevos riesgos laborales que han de ser previstos y controlados.

Desde este punto de vista multidisciplinar y anticipatorio surge la moderna Prevención de Riesgos Laborales.

Trabajo y Salud
La Prevención de Riesgos Laborales se define como el conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en todas las fases de actividad laboral en la empresa con el fin de evitar, controlar o disminuir los riesgos derivados del trabajo.

Durante el desarrollo de la actividad productiva los seres humanos se encuentran ante situaciones que pueden llegar a afectar a su salud. Eliminar o en el peor de los casos identificar y controlar dichas situaciones de riesgo es la finalidad principal de la Prevención de Riesgos Laborales siendo su objetivo último la mejora de los niveles de salud de la población trabajadora.

Antes de introducirnos en el estudio de la Prevención de Riesgos Laborales, debemos conocer una serie de conceptos fundamentales,

Trabajo


Se acepta conceptualmente el trabajo, como aquella actividad productiva y social convenientemente organizada, que a través de la combinación de una serie de recursos y de materias diferentes, como son los propios trabajadores, las materias primas, los productos, los equipos, las máquinas, la energía, la tecnología y la organización, permite alcanzar unos objetivos prefijados y satisfacer unas necesidades. Desde un punto de vista económico es también una fuente de riqueza y un medio de satisfacción de las necesidades materiales del individuo.

La realización del trabajo supone una importante modificación o transformación de la propia naturaleza, que aporta las materias primas, que se lleva a cabo mediante el concurso de dos elementos fundamentales en el trabajo, la tecnificación y la organización del trabajo.

La tecnificación es aquel proceso mediante el cual el hombre elabora y fabrica todas aquellas herramientas, máquinas y equipos materiales, dirigidos a la realización de una actividad específica, lo que le debe permitir posteriormente realizar el trabajo de una forma mucho más cómoda y rentable.

La organización del trabajo, es aquel proceso mediante el cual el hombre como animal social que es planifica y distribuye las diferentes actividades a desarrollar, buscando generalmente obtener los mayores beneficios económicos.

La conjunción de estos dos elementos unidos al progreso técnico y social debería comportar una importante mejora de la calidad de vida laboral, eliminando o reduciendo muchos de los problemas o riesgos que pudieran poner en peligro la salud de los trabajadores. Si bien esto ha sido así en gran parte (las condiciones de vida y trabajo de un trabajador de la Edad Media eran mucho peores que las de un trabajador actual)aún hay muchos puestos de trabajo que siguen presentando muchos de estos riesgos, que pueden poner en peligro la salud de los trabajadores, y que por tanto hay que identificar, evaluar y controlar.

Con independencia de los distintos conceptos de salud y de que esta va a estar condicionada por un número muy importante de variables de tipo social, económico o cultural, los conceptos de trabajo y salud están íntimamente relacionados.

Salud


Podemos realizar diferentes acercamientos al concepto de salud. Por ejemplo desde el punto de vista médico sería ausencia de enfermedad, o el preservar, mantener o recuperar la salud colectiva. Desde un punto de vista social la salud podría considerarse como un derecho de las personas.

Nosotros utilizaremos la definición que para el término salud estableció la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) en 1948, siendo válida hoy día, al ir mucho más allá de un logro social o una ausencia de enfermedad, y que según la cual:
«La salud es un estado de bienestar físico, mental y social completo y no meramente la
ausencia de daño y enfermedad».

De esta definición deducimos dos aspectos fundamentales:

  • La orientación positiva que la O.M.S. confiere a la salud, al considerarla como algo más que la mera ausencia de todo síntoma de enfermedad, cuando hasta entonces para definir la salud se incorporaba en concepto de enfermedad, dándole una connotación negativa a la definición.
  • La concepción de la salud de una manera integral y multidisciplinar, al incorporar dentro de ella no solo a los meros aspectos relacionados con la salud física, sino que también contempla simultáneamente otros aspectos, como son los psíquicos y los sociales.
  • Teniendo en cuenta esto y dado que la salud, como ya hemos dicho está intensamente relacionada con el trabajo y más concretamente con la forma en que se éste se lleva a cabo, es conveniente estudiar cuales serían aquellas condiciones relacionadas con el trabajo que van a incidir directamente sobre la salud de los trabajadores, es decir hay que estudiar desde una óptica global los conceptos de Factores de Riesgo y de Condiciones de Trabajo.

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